Beneficios

Es un pescado que aporta grasas ricas en ácidos grasos omega 3. Estos ácidos grasos contribuyen a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos y previenen de la formación de coágulos o trombos.

Por este motivo, se recomienda el consumo de pescado azul a la población general 2 veces a la semana, y a los enfermos cardiovasculares 3 o 4 veces.

Asimismo, las anchoas son una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico, que complementan en la receta de hoy a las proteínas del pan.

En cuanto a las vitaminas, destaca la presencia de algunas pertenecientes al grupo B. En general, estas vitaminas permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos (hidratos de carbono, grasas y proteínas) e intervienen en la formación de glóbulos rojos, síntesis de material genético, funcionamiento del sistema nervioso y sistema de defensas. Destaca la vitamina B12, no presente en el resto de los ingredientes de la receta.

En la grasa de la anchoa se encuentran las vitaminas A y D. La vitamina A contribuye a la reparación de la piel y otros tejidos, y favorece la resistencia frente a las infecciones. Además,  es necesaria para el desarrollo del sistema nervioso y para la visión de noche. También interviene en el crecimiento óseo y participa en la producción de hormonas.

La vitamina D, cada vez más deficitaria en la población, regula los niveles de calcio en la sangre y favorece su absorción y la fijación de este mineral en los huesos.

Las anchoas también nos aportan hierro de fácil asimilación, magnesio y yodo.

El magnesio acelera el tránsito intestinal, teniendo un ligero efecto laxante. Además, interviene en el funcionamiento de nervios y músculos, siendo importante para las personas que hacen deporte y para las que tienen alteraciones del ánimo. Además forma parte de los huesos y dientes.

El yodo es indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides que regula numerosas funciones metabólicas, así como para el crecimiento del feto y el desarrollo de su cerebro.

El hierro forma parte de la hemoglobina, proteína que transporta el oxígeno desde los pulmones a todas las células del organismo, por lo que su aporte adecuado previene la anemia.

Cabe destacar que cuando la anchoa se consume entera, sobre todo en forma de anchoas en conserva, se aprovecha el calcio que contienen sus espinas, siendo aconsejable para la personas con osteoporosis.

Además, la anchoa comparte con todos los pescados azules su contenido en purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico. Pero es un alimento con muchos efectos positivos y que por sí sólo no eleva el ácido úrico en sangre, por lo que las personas con este problema podrán hacer la receta de hoy dentro del contexto de una dieta sana y equilibrada.